Según el parecer de varios críticos y estudiosos de su obra, el trabajo que Georges Perec ejerciera durante buena parte de su vida como bibliotecario en un laboratorio de investigación neurofisiológica, clasificando datos y grabaciones, podría haber influido en su particular estilo literario, del que nos habla en el siguiente texto, que transcribe una lectura del autor y el debate posterior en Melbourne, en 1981. Dicho estilo se vio consolidado sobre todo a raíz del encuentro con el grupo Oulipo, al que se unió en 1967, y en el que conoció, entre otros, a Raymond Queneau, a quien dedicó su novela La vida, instrucciones de uso (1978).
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