En este artículo se analiza a través de símiles históricos el estado de la contribución de la Física a la Economía. Para ello se hace un repaso del modo de funcionamiento de la Física, o mejor dicho, del modo de proceder de los físicos. Ésta es la principal aportación de una ciencia a la otra:
una forma diferente de aproximarse a los problemas complejos a los que se enfrenta la economía.
En la discusión planteamos, de estos problemas, los que consideramos más relevantes: el cambio de paradigma en las operaciones económicas, que ahora se llevan a cabo mediante sistemas informatizados, y la necesidad de, llegado al grado de complejidad que tienen tanto la economía como la ciencia económica en la actualidad, una necesaria revolución en la forma de "mirar" de los economistas. Con ello proponemos que lo que se necesita en Economía es lo que tantas veces se ha buscado (y encontrado) en física: un modelo o una serie de modelos muy sencillos que capten, de manera totalmente nueva, la "esencia" del problema. Este modelo, el caballo esférico de masa despreciable, aunque erróneo (como los anteriores), será útil.
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