M. Dolores Perea, Gemma Castaño Vinyals, Jone M. Altzibar, Nieves Ascunce Elizaga, Víctor Moreno Aguado, Adonina Tardón García, Marina Pollán Santamaría, María Sala
Objetivos Estimar la prevalencia de prácticas de cribado de cáncer en los controles del estudio multi-caso control (MCC-Spain) y evaluar su asociación con los estilos de vida.
Métodos Análisis transversal de 1505 controles poblacionales del estudio MCC-Spain, de 20-85 años, recogidos entre 2008-2010 en cinco áreas de España. Se ha calculado la prevalencia de pruebas de cribado en los últimos 5 años, evaluando la relación con los estilos de vida y analizando su asociación mediante modelos de regresión logística.
Resultados Las pruebas más prevalentes en las mujeres fueron mamografía (98,2%, en mujeres de 50-69 años) y citología (94,5%, en las de 25-65 años), y antígeno específico de próstata en los hombres (71,5%, 50 años o más). La realización de la prueba de sangre oculta en heces fue muy inferior (11,2% y 16,2%, en mujeres y hombres de 50-74 años, respectivamente). Consumir al menos tres raciones de fruta y verdura al día se asocia con una mayor participación en mamografías (odds ratio ajustadas [ORa]: 5,24; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,96-14,07). En los hombres, el sobrepeso-obesidad se relaciona con la mayor realización de la prueba del antígeno específico de próstata (ORa: 1,88; IC95%: 1,15-3,08). En general, destaca la presencia de comorbilidad asociada con la realización de pruebas de cribado.
Conclusiones Este estudio muestra una elevada prevalencia de prácticas de cribado de cáncer de mama, cuello uterino y próstata, y baja del cáncer colorrectal. No se observa un patrón común de estilos de vida asociado al cribado, sino que hay diferencias por sexo y tipo de prueba. Estos resultados pueden ser útiles para orientar nuevos estudios sobre las prácticas de cribado y revisar posibles ineficiencias.
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