Una de las más notables consecuencias de su loable labor de actualización y puesta al día es que la Sala Primera del Tribunal Supremo, cumpliendo su función casacional, ha tenido la oportunidad de ampliar el elenco de materias sobre las que sentar doctrina uniforme. De todas ellas, ocupa un lugar destacado el inveterado conflicto entre libertades de expresión e información, y derechos al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, tanto desde el punto de vista cuantitativo �por el ingente número de recursos resueltos en los últimos años� como cualitativamente �por la intensidad con que la Sala viene reiterando sus criterios�.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados