En la Cumbre de Sevilla, los Jefes de Estado y de Gobierno de los países de la zona euro reiteraron que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento era un objetivo básico en el proceso de la unidad europea. Desde esa fecha hasta ahora está poniéndose a prueba como consecuencia de los déficit presupuestarios en Portugal, Francia, Alemania e Italia. El deseo de "hacer un arqueo" a las cuentas públicas, para poder así cargar a los gobiernos anteriores déficit crecidos, se está dejando ver en los nuevos gobernantes. Además, el compromiso electoral de bajar la tributación del IRPF en cualquier coyuntura económica, con equilibrio presupuestario o sin él, es un tipo de decidiones tomadas desde las naciones asociadas, que exteriorizan la falta de autoridad de Bruselas. Con estos planteamientos, sólo un fuerte crecimiento que ocasione otro auge económico salvará al PEC.
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