La conmemoración del 25 de Mayo nos obliga a mirarnos en el espejo de nuestra historia, y nos invita a asumir sus éxitos y sus fracasos con franqueza y, sobre todo, con humildad. Un país lleno de posibilidades no puede olvidar el hondo mensaje de los avatares de su pueblo sin correr el riesgo de abandonar con ello las huellas de la esperanza. El pueblo argentino sabe que la única salida es el camino silencioso, pero constante y firme, el de proyectos claros, posibles, que exigen entrega y compromiso de todos los que desean una comunidad auténtica
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados