La Constitución de 1812 establece principios tendentes a fomentar la industria y remover los obstáculos que entorpezcan su desarrollo. Será el Decreto CCLXII de 8 de junio de 1813 el que establezca definitivamente la Libertad de Industria en España. Fue impulsado por el Conde de Toreno y apoyado por Arguelles. Implica el fin de los gremios, la libertad de oficio, trabajo y comercio. Constituirá el paso definitivo de la sociedad estamental a la clasista. Efímero Decreto que se restableció en 1820 y posteriormente en 1836
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