La democracia en España está instalada desde 1977, en que se celebraron las primeras elecciones democráticas, en un sistema electoral útil en aquellos momentos en los que era necesario mantener un sistema capaz de fortalecer las estructuras democráticas con unos partidos fuertes que pudieran hacer frente a cualquier intención de volver a la dictadura. Una vez superada esa etapa no tiene sentido continuar con una ley electoral de listas cerradas y unos desequilibrios que priman a unas zonas y castiga a otras. Hacemos un repaso por los pactos que serían necesarios para crear bases más sólidas de las que tenemos en materias importantes como la educación, la sanidad, el sistema electoral o la lucha contra el terrorismo.
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