La posguerra iraquí sigue el curso lógico de una guerra injusta, realizada al margen de la legalidad internacional y determinada desde la mentira permanente. La situación humanitaria se va deteriorando cada día más, porque la inseguridad es máxima y está obligando a las organizaciones internacionales, como Naciones Unidad y Cruz Roja Internacional, a abandonar el país ante la falta de protección. Mientras tanto, la población civil sufre los desastres de una guerra que nunca debería haberse producido, bajo un total desamparo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados