El presente artículo tiene como finalidad analizar los comportamientos de las redes sociales, ya que cada vez es más común que la sociedad las utilice para intercambiar, negociar y difundir información por diferentes motivos. Dentro de éste ámbito las redes de investigación, juegan un papel de gran importancia, ya que tiene como prioridad comunicar y divulgar el conocimiento científico, tratando que llegue a una gran cantidad de lectores, para lo cual la red es un elemento imprescindible.
Una red de aprendizaje parte del principio que todos vivimos en sociedad y aprendemos con base a interacciones, gracias a las Tecnologías de Información y Comunicación y la conectividad, estas interacciones también se dan en el ciberespacio donde las comunidades negocian significados construidos por el grupo social.
Una red de aprendizaje tiene un gran valor, en primer lugar porque en ella todos pueden ser enseñantes o aprendices y seguir comunicando los aprendizajes o informaciones entre otros grupos sociales, lo que hace que las redes tomen mayor poder, ya que un mensaje se potencia con los reenvíos y así la organización tiene la posibilidad de crecer y reconfigurar su extensión y funcionalidad.
En este sentido se puede analizar el comportamiento de la red a partir de la Ley de Metcalf, que establece que el valor de una red de comunicación se incrementa en la medida que sus usuarios se incrementan, ya que la relación entre el valor de la red y el número de usuarios es exponencial.
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