Resumen de Felipe II frente a la reforma de monasterios y abadías regulares de la Corona de Castilla

María José Portela Silva, José García Oro

• Felipe II llega al poder cuando los monasterios castellanos han dado forma a su nueva organización de Congregaciones observantes con capacidad para integrar en su seno todas las casas monásticas de cada familia. En consecuencia le esperaba un papel de moderador de las congregaciones más que de conquistador de monasterios; un arbitraje cada vez más complejo a causa de las tensiones que se producen dentro de las corporaciones monacales. El Rey Prudente ha de fijarse en otro grupo de casas religiosas mayores, menos definidas institucionalmente: los prioratos de las familias canonicales, cuyo ejemplo más prominente es la Orden Premonstratense. Será preciso pensar en el modelo de reforma que cabría introducir en estas familias religiosas y sobre todo en la Institución que podría vertebrarlas. En consecuencia habrá muchos tanteos en el proceso de estas reformas y resultados bastante magros. Ambos panoramas fueron probablemente muy obvios para el Rey, pero no lo fueron tanto los caminos a seguir. Por ello vale la pena seguirle en estas nuevas aventuras que no conseguirá ver terminadas