Sigue y se intensifica, en Chile, la protesta social contra el gobierno neoliberal del presidente Sebastián Piñera. El movimiento estudiantil, que comenzó hace cinco meses la alzada, ha recibido el apoyo de organizaciones obreras y populares, el sostén de intelectuales y artistas, el respaldo del movimiento mapuche y de amplios sectores de la sociedad. Por eso la gesta social mantiene toda su vigencia. Además - como lo expone aquí Giorgio Jackson, uno de los principales dirigentes estudiantiles -, el movimiento ha demostrado una gran capacidad organizativa, una constante voluntad de lucha no - violenta - a pesar de la represión y de las amenazas contra su dirigencia - y una inagotable imaginación política para proponer soluciones. A contrapelo de los cálculos y pronósticos de las autoridades del Palacio de la Moneda, las reivindicaciones principales del movimiento estudiantil cuentan ya con 80% de respaldo de la opinión pública en Chile.
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