Compró sus primeras acciones con 12 años. Discreto y austero, este hombre de negocios todavía pregunta por el precio de las cosas "para estar bien informado". El nombre de Slim, que allá donde va suscita más atención que un presidente, ha sonado con fuerza en España últimamente por su posible entrada en el accionariado de Prisa. Por ahora, es sólo un rumor. Al fin y al cabo, los medios de comunicación no figuran entre las prioridades del magnate
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