Resumen de El suntuosísimo Rosario de Faroles de la ciudad de Haro
Tal vez la emotividad de una persona no sea conocida, ni por ella misma, hasta que un suceso, por cándido que sea, le hace perder la serenidad y descubrir como, sin poder remediarlo, sus ojos se humedecen y alguna lágrima se desliza por su rostro pretendiendo que nadie lo perciba. Hecho que, creo, nos ha sucedido a la mayoría de los jarreros cuando escuchamos la Salve, compuesta en 1937 por el maestro Ascorbe, a la Virgen de la Vega cantada en la Plaza de la Paz con la sola iluminación de los faroles del Rosario cada 8 de septiembre.
