La aprobación del Acta de Bruselas de 1976 supuso el punto de inflexión en el proceso de integración europeo en lo que a la conformación del Parlamento Europeo se refiere, favoreciendo las primeras elecciones comunitarias en junio de 1979. Desde entonces apenas se ha avanzado en la labor de conformar un procedimiento electoral uniforme que constituya el Parlamento Europeo en unos términos estrictamente comunitarios y no como resultado de la suma de veintisiete comicios nacionales. Se analizan en este trabajo los diferentes proyectos e informes destinados a constituir un procedimiento electoral ex profeso para el Parlamento Europeo; sus propósitos, las motivaciones de su fracaso, y su relación con el Derecho Primario de la Unión para concluir sugiriendo un modelo particular que, como muchos otros, contribuiría de buena manera a uniformar un aspecto primordial en una institución nuclear como es el Parlamento Europeo.
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