Vive en pleno centro de Madrid. A diario, salvo imprevistos, recoge a su hijo Miquel del cole. Los fines de semana pasea por la capital en familia o desconecta en su casa de Esplugues, en Barcelona. Entre semana, trabajo y cenas con los amigos, muchos de ellos, eso sí, antiguos aliados políticos. Nadie diría que esta ordenada y tranquila agenda es la de Carme Chacón, la mujer que "casi" lo fue todo en el PSOE. Hasta hace unos meses, su día a día era de locos. Abrumadores responsabilidades al frente de Defensa, múltiples cargos en el partido, tanto en Madrid como en Cataluña, y el peso de ser la "niña mimada" del presidente Zapatero. Eran otros tiempos. Hoy, tras su derrota frente a Rubalcaba, ha pasado a ser simplemente la diputada Chacón. Sus apariciones públicas son contadas. Pero no ha desconectado, aseguran en su entorno. Sigue preparándose - le interesa la economía - y mantiene el contacto con "su gente", muchos de los cuales, después del Congreso de Sevilla, han vuelto a sus cuarteles de invierno
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