Los partidos socialdemócratas en estos momentos no cumplen adecuadamente tres de sus objetivos principales: la selección y elección de líderes competentes, la articulación de propuestas y programas capaces de dar respuesta a los grandes desafíos sociales, y la dinamización de la conciencia social, mediante la promoción de valores progresistas y el activismo político. La crisis de la socialdemocracia es la crisis de la política, que a veces se reduce a la ocupación, gestión y dirección de las instituciones del Estado.
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