En estas páginas - y en otras - , desde hace años, dejó innumerables demostraciones de su lucidez y de un amplio sentido de la comprensión del mundo en el que todos vivimos. Envidia de exfumadores, un personaje histórico incapaz de darse importancia, deja tras de sí casi un siglo - personal, pero también determinante para una inmensa mayoría - , en el que supo interpretar al "diablo amable" que salía en la alcantarilla de Peridis, y al hombre de Estado que asumió el riesgo de acertar o equivocarse, desde la convicción de que sus acciones influirían en el rumbo del devenir profundo de este país. El secretario general que hace ya que no lo era, vivió con la misma determinación y seguridad su extenso momento de protagonismo como su papel en la retaguardia de la reflexión. Ahora ocupará un lugar preminente en los libros de historia
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados