Sólo cinco meses después de sacar adelante los Presupuestos más restrictivos de los últimos años, el Gobierno da una nueva vuelta de tuerca, con unas nuevas cuentas, las correspondientes a 2013, más magras que sus antecesoras. Casi un 9% de recorte en los ministerios, que va a parar casi en su integridad a pagar los intereses de la deuda, que se dispara un 34%, hasta los 38.600 millones, 10.000 millones más que en 2012. El paro y las pensiones se llevan el resto. La solución, más ingresos. De ahí que el ministro Montoro haya apostado por un incremento de los ingresos tributarios, que, de nuevo, pagarán los ciudadanos: más IRPF, más IVA, pero menos impuestos de Sociedades.
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