El papel positivo que Europa está jugando en distintos aspectos de la situación latinoamericana es indudable; lo importante es comprender que, como cualquier Estado o ente internacional, tiene sus propios intereses que promover en este continente, lo cual impone restricciones a lo que puede y quiere hacer.
El autor del presente trabajo se ocupa de analizar estos límites e intenta responder en términos más realistas a quienes se preguntan: ¿Qué pueden esperar los latinoamericanos de una Europa que, a pesar de sus divergencias, es un firme aliado occidental, que tiene en la región intereses económicos secundarios, que debe defender sus objetivos estratégicos y que enfrenta limitaciones a su acción política?
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados