En el Perú predomina un estilo de intervención en la vida pública donde no puede identificarse una clase política ni la presencia de mediaciones partidarias.Puede dudarse de la existencia de elites a este nivel. En el congreso y en las alcaldías provinciales y distritales ocupan cargos electivos personas que proclaman su independencia o forman parte de movimientos que apoyan a Alberto Fujimori, sin una estructura estable, y con una explícita falta de interés por establecerla para no repetir, en su opinión, los vicios y la rigidez de los partidos. Esta situación se da en el contexto de la extensión de ámbitos de actuación del Estado al margen de la fiscalización ciudadana. La descripción e interpretación de este proceso es indispensablepara entender las nuevas formas de representación y acción políticas.
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