Nuestros enunciados "dicen algo acerca de algo", y esto en general es admirado sin demasiadas preguntas sobre qué es ese "algo" o sobre lo que realmente significa eso de que algo "sea dicho" de otra cosa. Contra esta tesis banal hoy en dia, contra este casi hecho, el presente trabajo va a dedicarse al semantismo de la predicación. A partir de dos ejemplos, uno de Aristóteles y otro de San Agustín, se abordan en primer lugar las dificultades que se presentan cuando se sostiene que nuestros enunciados hablan de un objeto extralingüistico al que referiría el sujeto gramatical. A partir de allí, se pone en tela de juicio toda la concepción clásica de la predicación y, en una segunda parte, se propone un nuevo enfoque. De lo que se trata es de generalizar la idea, ya presente por ejemplo en San Agustín, según la cual se puede sostener este hombre virtuoso me será caro, sin conocer al hombre en cuestión pero basándose sólo en el hecho de que es virtuoso. De hecho, pueden existir otros lazos entre el predicado y su sujeto gramatical, parafraseables por medio de conjunciones diferentes de donc (por los tanto). Esta es la idea que se desarrolla aqui dentro de un enfoque, la "teoria" de los bloques semánticos" inscripta en el marco general de la teoría de la argumentación de Anscombre y Ducrot.
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