En Caronte o los observadores el barquero del inframundo conversa, en la tierra, con el dios Hermes sobre la riqueza, la felicidad y el vano afán humano por los bienes materiales. Por ello esta obra ha sido considerada una muestra de sátira menipea en el corpus lucianeo. Por otra parte, la poesía homérica actúa en esta pieza como permanente telón de fondo. Luciano se sirve de versos homéricos, o mejor dicho, de versos a la manera homérica, para censurar el mundo mortal; y, además, pone esos versos en boca de un personaje que, para practicar el arte de la rapsodia, debe renunciar por un tiempo a su oficio de barquero. Este trabajo analiza un problema textual, puesto que la tradición manuscrita en Cont. 7 ofrece dos variantes para referirse al canto de Homero. En un contexto donde la intención de Luciano es no sólo burlarse de los necios mortales, sino incluso del poeta griego por excelencia, la lectura de los ueteres es más acertada porque ésta ilustra mejor el efecto y la intención paródica de Luciano al recordar a Homero, intentando adecuar forma y contenido al amparo de la tradición griega.
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