Nos hallamos inmersos dentro de una revolución telemática que incide directamente en nuestra manera de relacionarnos con los demás. El ciberespacio no puede ser concebido como algo ajeno, como «otro lugar», porque es ya parte importante de nuestras vidas. Frente a este hecho incontestable, el Derecho, cuya función es dar respuesta a las necesidades y fines sociales, ha de modificarse cuando se presenten problemas nunca hasta entonces planteados y que no puedan ser resueltos por los esquemas tradicionales. Sin embargo, como a continuación se expone, nuestro ordenamiento jurídico parece querer quedarse al margen de ciertos desafíos tecnológicos, lo que puede provocar, en algunos casos, el desamparo jurídico de los usuarios de la Red.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados