Han sido tratadas 19 eflorescencias con toques de alcohol de 90º. En uno de los casos fracasó el alcohol y el procedimiento de Grüter, debido con toda seguridad a la existencia de una infección secundaria. En otro de los casos, aunque el resultado del tratamiento fué brillante, la naturaleza herpética de la erosión se basó más en la evolución de los brotes anteriores que en los síntomas observados -¡hiperestesia!-. El diagnóstico clínico de otros 17 casos era seguro, y la eficacia del tratamiento con alcohol notoria. Es un procedimiento sencillo, que acorta notablemente la evolución de las lesiones herpéticas de la córnea; en algunos casos con uno o dos toques se logra la curación. La acción del alcohol es posible que sea en todo o en parte semejante a la del éter. Carecemos de experiencia sobre el tratamiento con el éter, así como con el ácido fénico.
Comunicación presentada, no leída, en el XXIII Congreso de la Sociedad Oft. H.-A., Madrid; octubre 1945
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