La silicosis es una fibrosis pulmonar causada por la inhalación de polvo que contiene sílice libre o dióxido de silicio (SiO2). Las fuentes de exposición laboral a sílice cristalina son muy numerosas. Recientemente se han publicado numerosos casos en sectores industriales hasta la fecha desconocidos, como son los manipuladores de aglomerados artificiales de cuarzo. Es una enfermedad irreversible y no tiene tratamiento eficaz alguno. Se describen formas crónicas, aceleradas y agudas de silicosis. Según los datos aportados por el Instituto Nacional de Silicosis en los últimos años se han producido un notable incremento en el número de casos nuevos declarados de silicosis. En el año 2010 se declararon 220 nuevos casos. La única medida de prevención de esta enfermedad es el control del polvo respirable y el diagnóstico precoz mediante la aplicación correcta del Protocolo específico de Vigilancia de la Salud aprobado por la Comisión Nacional de Salud Pública en 2005. Existen suficientes datos epidemiológicos para que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) incluya el sílice como un posible cancerígeno pulmonar.
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