Resumen de Senilidad y ojo
El ojo, como todas las demás partes del organismo, no puede sustraerse a la ley biológica que supone el paso de los años, la vejez.
Los procesos que por ella pueden presentarse pertecen a tipos etiológicos diferentes, unos debidos puramente al senium y que reflejan por lo tanto la decadencia orgánica que pudiéramos llamar normal, y otros que son procesos no debidos al agotamiento paulatino de la vida celular sino a que la reiteración de pequeñas causas determinan con el trascurso de los años una summación de estímulos que llega a tomar un valor patológico, determinando la presentación de procesos de esta índole. En la práctica es casi imposible muchas veces deslindar ambos grupos.
Las causas de la vejez, mejor dicho de por qué se envejece, han sido muy discutidas. Para unos sería la deterioración de las glándulas endocrinas, para otros un desgaste impuesto al organismo en su lucha con el ambiente exterior, y para otros, y esto es lo admitido, la vejez es un carácter hereditario, por lo tanto transmisible de padres a hijos, carácter que rigurosamente estaría fijado y detrminado en el idioplasma.
La presentación de los caracteres de senilidad no es simultánea en todas sus manifestaciones, como ocurre igualmente en el resto del organismo, sino que a veces se anticipan o se retrasan unos con relación a los demás, y en estos casos se ve más manifiesta la influencia del idioplasma en el determinismo de ellos, porque se comprueba con gran frecuencia su presencia familiar hereditaria, gerontoxon, pinguecula, cataratas, viéndose en éstas el mismo tipo, en pica, coraliforme, coronaria, etc.
Las alteraciones del vítreo son características por su semejanza a las de la miopía, y las de la retina son las degeneraciones cistoidea, pigmentaria periférica, drusas, y las discutidas lesiones maculares de Habb.
Primera Sesión Científica. Día 30, martes, a las 17.30. Presidencia Dr. H. Arruga
