Las personas sin techo han allanado el camino para el movimiento Ocuppy Wall Street. En este ensayo defiendo que las Ciudades-Campamento de la gente sin techo, siempre sujetas a la destrucción violenta por la policía, representan un modo de toma del espacio para transformarlo de una condición de espacio abstracto afín a la ley capitalista del valor a un espacio diferenciado adecuado a las necesidades de las personas. Al hacerlo, con todo en contra, establecen nuevos cimientos para la lucha de clase contra la abstracción y las violentas fuerzas del capitalismo global. Sostengo que el movimiento Occupy tiene mucho que aprender y mucho que ganar si une sus fuerzas con los ejércitos de personas sin techo que le han precedido en el proceso de aprendizaje de cómo tomar y rehacer el espacio urbano.
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