Alghero, después de 1950 ha modificado sus rasgos urbanos a causa de un turismo estacional que ha asumido características de fenomeno de masas.
La receptividad turística de Alghero además de incluir a los establecimientos hoteleros, se organiza en empresas agroturísticas lo que se traduce en una gran cantidad de camas disponibles por las numerosas casas destinadas a vacaciones.
Del análisis de los datos, se deduce que los turistas que llegan a Alghero prefieren, si son extranjeros, pernoctar sobre todos los hoteles, mientras que los italianos, y especialmente los sardos, utilizan básicamente las estructuras extrahoteleras y las residencias secundarias. La calidad de los hoteles es buena, siendo los más numerosos lo de cuatro e incluso los de tres estrellas, que se distribuyen especialmente en la ciudad y a lo largo del litoral, encontrandose pocos hacia el interior.
Las habitaciones destinadas a las vacaciones representa el 38% de la totalidad del volumen hotelero. Ello ha contribuido significativamente a la expansión de la población e incluso también a la parcial recuperación del centro histórico.
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