Nos encontramos inmersos en lo más profundo de la era de la portabilidad. Muchos dispositivos electrónicos que tan solo hace 10 o 15 años estaban ligados a un cable para su funcionamiento tienen hoy en día su versión portable. Teléfonos, ordenadores, reproductores de música o vídeo y una larga lista de aparatos electrónicos funcionan al uso de baterías en su interior. Muchos de ellos no podrían funcionar solo a base de pilas por su elevado coste. Sustituir dos o tres veces a la semana las pilas es caro además de muy poco ecológico. Este tipo de dispositivos necesita que las baterías evolucionen rápidamente para conseguir aparatos cada vez más sofisticados y con más prestaciones pero a la vez con más autonomía y menos peso. Es evidente que su desarrollo está fuertemente vinculado al de las baterías
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