La violencia desatada por el narcoterrorismo en México es una amenaza a la estabilidad democrática del país. La estrategia de militarización de la lucha contra la violencia narcotraficante emprendida por el actual presidente Felipe Calderón no ha dado los frutos esperados. Es más, cuando está cerca la hora de cumplirse el fin de su mandato, los datos de muertos por causas de la violencia en México pulverizan todos los records. No bastaba con darle más atribuciones y competencias a las Fuerzas Armadas, si otros asparatos estatales seguían obedeciendo a los intereses criminales.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados