Más de un año después del inicio de la crisis financiera y con un notable aumento de las primas de riesgo, pocas dudas quedan ya sobre el impacto en la actividad económica de los países desarrollados. Tal vez el interrogante más relevante a estas alturas es la duración de la crisis y, en especial, la capacidad de las medidas de política económica que se están poniendo en práctica para impulsar una salida rápida de esta situación. Las medidas adoptadas en Europa y Estados Unidos para afrontar la crisis definirán el modelo financiero del futuro. Evitar precipitaciones y diferencias regulatorias, adoptar una visión global y dar prioridad a la solvencia son claves para conseguir un sistema financiero reforzado.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados