El naturalista aragonés Odón de Buen y del Cos fue durante veintidós cursos académicos catedrático de Historia Natural en la Universidad en Barcelona y durante veintitrés de la Universidad de Madrid. Firme defensor de la teoría evolucionista de Darwin, del trabajo experimental en el campo y en el laboratorio, en este artículo se ponen en valor sus esfuerzos, como docente, para popularizar las ciencias positivas y, así, separarlas de las preocupaciones, de la superstición y del fanatismo, que eran causas primordiales del atraso moral y material en que se encontraban en España.
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