Con una mayoría relativa en la Asamblea Constituyente, el Partido Comunista de Nepal, maoísta, ha salido victorioso de las primeras elecciones celebradas desde hace nueve años. En medio del regocijo general, con grupos de jóvenes bailando en las calles de Katmandú y gritando ¡Viva la República!, esa Asamblea, en su sesión inaugural del pasado 28 de mayo, decidió poner fina a 240 años de sistema monárquico aboliendo la monarquía, y proclamando una República democrática y federal. El rey Gyanendra "rencarnación de Visnhnú" y su familia abandonaron el palacio real el 10 de junio, aunque permanecerán en el país. Pero el desafío más importante para los maoístas en el poder es sin duda la división de Nepal en Estados federados.
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