En odontología, el tratamiento farmacológico del dolor de intensidad leve a moderada se basa en fármacos como ibuprofeno, paracetamol y metamizol. En el paciente crónico, la obtención de una anamnesis exhaustiva sienta las bases para un tratamiento analgésico sin complicaciones. En pacientes con hepatopatías, nefropatías y asma así como en pacientes tratados con anticoagulantes se evitará la administración de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como ibuprofeno. El paracetamol está contraindicado también en las hepatopatías. En los pacientes sometidos a tratamiento anticoagulante, el paracetamol y el metamizol son buenas alternativas. Conviene limitar la duración del tratamiento analgésico al mínimo imprescindible en los pacientes con enfermedades crónicas. La administración de metamizol a largo plazo exige controles estrechos del hemograma para detectar precozmente una posible leucopenia. Las interacciones generadas por la administración de analgésicos en un paciente polimedicado pueden ser muy complejas. En estos casos se recomienda consultar con el médico de cabecera.
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