Un espía puede más que un ejército. Puede, incluso, colocarse al frente del ejército enemigo. Puede, en ciertas circunstancias, gobernar un país. Sea como espía descubierto, como Putin en Rusia, o como espía encubierto, secreto todavía, como ha sucedido en América Latina con más de un gobernante. Aquí reseñamos una breve historia del espionaje norteamericano y pasamos a contar la vida y milagros de dos agentes famosos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados