Gracias a la industrialización masiva del siglo XIX, las industrias recurrieron a los materiales impresos como medio de publicidad para vender sus productos. No solo se trató de la imagen del producto, sino que el diseño de tipografía también se vio transformada con esta nueva demanda de vender. Con los nuevos medios de producción, los tipógrafos, dibujantes y editores se vieron obligados a hacer un trabajo semiartesanal, y a tener una constante innovación en las nuevas caligrafías para impresiones en cualquier material. Guadalupe Posada optó por diseñar tipografías condensadas, es decir con un volumen grande pero concentrado, lo que provoca una saturación en las letras. Además entre las características principales de Posada están el diseño de tipografías para uso publicitario y popular.
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