El ciprofloxacino es la quinolona más usada; debido a esto, el mayor número de casos de tendinopatías comunicados se deben a su uso. El cuadro clínico de la tendinitis producida por quinolonas se caracteriza por su instauración rápida y por afectar como localización preferente al tendón de Aquiles. La aparición de la tendinitis puede suceder desde el segundo o tercer día hasta la quinta o sexta semana de iniciado el tratamiento, siendo con frecuencia la afectación bilateral y soliendo desaparecer la sintomatología al retirar el antibiótico.
Como factores de riesgo asociados podemos citar la edad avanzada, el tratamiento prolongado con corticoides, la insuficiencia renal, la tuberculosis multirresistente, la hemodiálisis, la vasculopatía periférica y la enfermedad reumática asociada.
Para el diagnóstico no existe ningún método complementario efectivo, siendo en todos los casos el diagnóstico clínico. La retirada del fármaco es esencial para el restablecimiento a la normalidad de la patología tendinosa, aunque el manejo adecuado y temprano no previene de un tiempo de recuperación prolongado, existiendo siempre el riesgo de una secuela funcional.
Cada vez están apareciendo nuevas quinolonas y está aumentando su utilización, siendo esta reacción común de grupo, por lo que sería recomendable el seguimiento de los pacientes a los que se les administran quinolonas.
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