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Paleosuelos y tepetates del Glacis de Buenavista Morelos (México): testigos de eventos climáticos de la transición Pleistoceno-Holoceno

  • Autores: Jaime Díaz Ortega, Elizabeth Solleiro-Rebolledo, Sergei Sedov, Hector Cabadas Báez
  • Localización: Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana, ISSN-e 1405-3322, Tomo 62, Nº. 3, 2010, págs. 469-486
  • Idioma: español
  • Títulos paralelos:
    • Paleosols and tepetates of the Buenavista glacis, Morelos (Mexico): witnesses of climatic events during the transition Pleistocene-Holocene
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      La comprensión de los registros paleoclimáticos de finales del Pleistoceno, y en particular de la transición al Holoceno, es fundamental para el entendimiento del clima moderno. De este lapso, destaca el periodo Dryas Reciente (Younger Dryas), que representa una de las transiciones climáticas más dramáticas de la historia geológica reciente. Los registros paleoclimáticos en el interior del continente relacionados con este periodo se consideran de gran importancia para deducir la respuesta de los geosistemas a los cambios bruscos: deterioro del clima y su recuperación rápida. En este trabajo se presentan las evidencias paleopedológicas encontradas en el Glacis de Buenavista, Morelos, que ejemplifican las tendencias de cambio ambiental ocurrido en el periodo señalado. El clima actual en la zona muestra contrastes marcados, ya que hacia el norte (altitudes entre 2000-2200 m), es cálido-húmedo, en tanto que en el sur (altitudes entre 1800 y 1600) es cálido-semiseco, por lo que la cubierta edáfica actual conforma una climo-toposecuencia, que varía de Andosoles-Luvisoles a Vertisoles. Por su parte, los paleosuelos estudiados se refieren a un Albeluvisol (Buenavista), localizado en la parte norte y a un Gleysol (Ahuatenco), en la parte central de la geoforma. Sus edades, obtenidas por AMS, son de 12160 años A.P.

      y 12930 años A.P. (no calibradas), respectivamente. Las propiedades que muestran estos suelos (presencia de horizonte eluvial con procesos de estagnización superficial en el Albeluvisol, la fuerte gleyzación en el Gleysol, intemperismo moderado en ambos casos) indican un ambiente de formación húmedo-templado. Consecuentemente, no reflejan la gradación climática que se observa en la actualidad.

      El Gleysol se encuentra intercalado en una secuencia de tepetates (materiales volcánicos endurecidos), los cuales forman un manto entre los paleosuelos pleistocénicos y los suelos holocénicos. Su presencia se asocia con condiciones de inestabilidad climática y geomorfológica, debido a la intensa actividad volcánica y eventos torrenciales de lluvia, los cuales transportan materiales volcánicos y restos de suelos hacia la parte intermedia de la geoforma. Esta inestabilidad ambiental está relacionada con el Younger Dryas.

    • English

      The knowledge of paleoclimatic records from the late Pleistocene, and in particular from the transition to the Holocene, is essential for understanding modern climate. From this period, the Younger Dryas stadial is noteworthy because it represents one of the most dramatic climate transitions in recent geological history. Paleoclimatic records of this period from the inland area of the continent are of great importance for understanding the response of geosystems to abrupt changes: deterioration of the climate and rapid recovery.

      In this paper, we present the paleopedological evidence found in the Glacis de Buenavista, Morelos, in order to show the trend of environmental change that occurred during that period. The current climate in the area shows marked contrasts, as the north (altitudes between 2000 and 2200 m) is warm and humid, while the south (altitudes between 1800 and 1600 m) is warmer and sub-humid. As a result, the current soil cover forms a climo-toposequence, which varies from Andosols-Luvisols to Vertisols. The studied paleosols correspond to an Albeluvisol (Buenavista), located on the north side, and a Gleysol (Ahuatenco) in the central part of the landform.

      Their ages, obtained by AMS, are 12160 years B.P. and 12930 years B.P. (uncalibrated), respectively. The properties shown by these soils (presence of an eluvial horizon with surficial stagnic processes in the Albeluvisols, strong gleying in the Gleysol, moderate weathering in both cases) indicate a wet and warm environment of formation. Consequently, they do not reflect the climatic gradient observed today. The Gleysol is interbedded in a sequence of tepetates (hardened layers of volcanic materials), which form a stratum between the Pleistocene paleosols and Holocene soils. Its presence is associated with unstable climatic and geomorphic conditions due to intense volcanic activity and torrential rain events that transported volcanic materials and soil remnants to the middle part of the landform. This environmental instability is related to the Younger Dryas.


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