Los traumatismos hepáticos en los niños es una patología que presenta una incidencia creciente debido fundamentalmente a la cada vez mayor implicación de los menores en juegos y deportes de aventura potencialmente peligrosos, y a los constantes accidentes de automóvil. Tradicionalmente el tratamiento es conservador, con soporte vital especializado y reposo absoluto, fundamentalmente. Ello permite en la mayoría de los casos una recuperación completa del paciente sin la agresión de la intervención quirúrgica, lo que previene, además, el daño sobreañadido de la manipulación de la víscera hepática lesionada. Presentamos dos casos clínicos de sendos niños de 6 y 4 años que sufrieron rotura traumática muy grave de hígado, intervenidos quirúrgicamente mediante técnicas mínimamente invasivas que lograron la curación completa
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