Los problemas de índole existencial, que son sobre los que un asesor puede intervenir a través del diálogo, tienen, en ocasiones, un origen que, en nuestra opinión se encuentra en el desorden y la confusión en el sistema de ideas que toda persona sustenta. El criterio de la coherencia se convierte así en un instrumento de primer orden para dar ese primer paso para sentirse mejor cuando los malestares tienen este origen.
We put forward the premise that existential problems that a counsellor can work out through dialogue sometimes cause disorder and confusion in a person's system of ideas. Applying the criterion of consistency is thus of prime importance in enabling the individual who suffers discomfort caused by this to take the first step towards feeling better
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