La República Argentina enfrenta el reto de ingresar a una nueva centuria de su existencia como nación. Desde su independencia en 1816 el país ha marcado la diferencia respecto de otras naciones debido a que el sistema educativo fue considerado clave para su futuro y para el progreso de sus habitantes. El temprano desarrollo de la educación identificó a la Argentina junto a las naciones de mayor nivel de alfabetización del mundo, a partir de garantizar la educación pública y procurar lograr la igualdad para todos los habitantes. En el siglo XXI, tiene en ese sentido que resignificar la prioridad asignada a la educación para que le permita enfrentar los nuevos desafíos facilitando su acceso a la totalidad de la población.
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