Introducción: El interés por el envejecimiento, las situaciones de dependencia y las enfermedades neurodegenerativas de la población suscita aproximaciones a las nuevas realidades de la provisión de cuidados familiares. Los rasgos específicos de la enfermedad de Parkinson hacen presuponer particularidades en la atención prodigada por el entorno familiar. Material y Métodos: Junto a fuentes estadísticas, se han realizado entrevistas en profundidad semiestructuradas y grupos de discusión con profesionales, personas enfermas y familiares cuidadores. Estos dos últimos han cumplimentado dos cuestionarios. Las líneas temáticas han sido la vivencia de la enfermedad por la familia proveedora y la persona enferma, problemas y relaciones interpersonales, nivel de dedicación al cuidado y necesidades/demandas. Resultados: La importante presencia de la familia en la provisión de cuidados no profesionales contrasta con la medicalización de la atención, que focaliza toda actuación hacia la persona afectada y la propia enfermedad, relegando a quienes proveen de cuidados. La familia queda a la espera de que profesionales sociosanitarios reclamen su participación. Su protagonismo sobre la calidad de vida de la persona cuidada hace que persona con Parkinson y cuidadora familia constituyan un todo a valorar. Discusión: La atención sociosanitaria, especializada y primaria, no puede dirigirse solo a la persona afectada hasta que se generaliza su situación de dependencia. Como se hace con la información sobre la evolución de la enfermedad, dicha atención ha de dirigirse a las personas responsables de la atención directa desde el primer momento. Este cambio de perspectiva podría evitar que afloren problemas en la convivencia, agotamiento, estrés.
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