A todas las personas implicadas en educación -padres, profesores, entrenadores, dirigentes- les interesa el deporte o la actividad física recreativa deportiva como medio educativo. Pero ¿Realmente lo es en todos los casos? Se supone que el deporte es educa pero, la realidad de la vida corriente, con hechos lamentables en torno al deporte, parece demostrarnos todo lo contrario.¿Serán fruto de la ilusión y tópicos los famosos "mens sana in corpore sano" o "el deporte es salud"? Todo parece indicar que el deporte, por sí solo, ni educa ni deseduca, aunque nadie duda de que sea un gran potencial educativo en manos de pedagogos o educadores. Está claro que el deporte no solo puede facilitar el mantener la salud física y mental sino la educación motriz y la adquisición de cualidades humanas. Siguiendo dicha línea de razonamiento, los programas de educación deportiva debieran confeccionarse a partir de tales potencialidades, dando paso a la personalización o individualización de los mismos, con el establecimiento de objetivos personales para todos y cada uno de los alumnos. Tras ello, se tratará de conseguir el compromiso de los alumnos. Por último, correspondiendo a dicho compromiso de los alumnos, los educadores se debieran comprometer también a procurar darles ejemplo con su comportamiento y a generar el ambiente educativo-deportivo propicio. Las entidades, por su parte, deben elaborar sus propios Programas de Educación Deportiva así como sus Guías prácticas o praxis sobre el Ambiente Educativo Deportivo deseado y propio de cada centro.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados