La infección fúngica invasora (IFI) en los receptores de trasplante de órgano sólido (TOS) continúa siendo una complicación que conlleva una importante morbimortalidad. La candidiasis invasora (CI) es la IFI más frecuente, seguida de la aspergilosis invasora (AI) y la criptococosis. La IFI por hongos filamentosos no pertenecientes al género Aspergillus ha experimentado un incremento importante en las últimas 2 décadas. Aunque Candida albicans continúa siendo la especie causante de la mayoría de los casos de CI, la incidencia de casos de IFI causados por otras especies del género Candida, como Candida parapsilosis o Candida glabrata, está incrementándose de tal forma que en algunos centros suponen alrededor del 50% de las CI. En las AI, Aspergillus fumigatus es la especie más común. En el estudio RESITRA se ha observado, al igual que lo descrito por otros autores, un retraso en el tiempo de presentación. Así en el primer mes postrasplante tuvieron lugar el 40% de las CI y el 15-20% de las AI, y a partir del día 180 postrasplante se observaron alrededor del 35-40% de las CI y más del 50% de las AI.
De igual forma, la criptococosis, considerada habitualmente como una complicación tardía, aparece en la actualidad en la fase temprana postrasplante. A pesar de los avances experimentados en el tratamiento de la IFI, la mortalidad continúa siendo excesivamente alta. En la CI la mortalidad alcanza el 30-40%, mientras que en la AI puede alcanzar el 80-90% en casos de enfermedad diseminada. Sin embargo, en los últimos años, el diagnóstico temprano y la profilaxis fúngica han disminuido la mortalidad de la IFI.
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