Francisco J. Martínez Marcos, José Manuel Lomas Cabezas, Carmen Hidalgo Tenorio, Javier de la Torre Lima, Antonio José Plata-Ciézar, José María Reguera Iglesias, Josefa Ruiz Morales, Manuel Márquez Solero, Juan Gálvez-Acebal, Arístides Alarcón González
Introducción Aunque los enterococos ocupan el tercer lugar entre los microorganismos que más frecuentemente provocan endocarditis infecciosa (EI), tras los estreptococos y Staphylococcus aureus, hay pocos estudios multicéntricos que proporcionen un análisis en profundidad de la EI enterocócica.
Métodos Descripción de las características de los 76 casos de endocarditis infecciosa izquierda (EII) enterocócica (59 nativas y 17 protésicas) de la base de datos del Grupo para el Estudio de las Infecciones Cardiovasculares de la Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas. Además, se hace hincapié en la comparación con la EII no enterocócica.
Resultados El enterococo fue el causante de 76 de 696 episodios de EII (11%). Comparada con la EII no enterocócica, la EII enterocócica fue más frecuentemente observada en pacientes mayores de 65 años (el 47,4 frente al 27,6%; p<0,0005), con enfermedades crónicas (el 75 frente al 54,6%; p<0,001), válvulas calcificadas (el 18,6 frente al 10%; p<0,05), foco infeccioso previo urinario (el 30,3 frente al 2,1%; p<0,00001) o abdominal (el 10,5 frente al 3,1%; p<0,01) y produjo una mayor tasa de recidivas (el 6,6 frente al 2,3%; p<0,05). La EII enterocócica produjo menos manifestaciones cutáneas o vasculares periféricas (el 14,5 frente al 27,1%; p<0,05) y menos fenómenos inmunológicos (el 10,5 frente al 24%; p<0,01). Un 36,8% de los pacientes con EII enterocócica fueron sometidos a cirugía valvular durante el ingreso. La mortalidad durante el ingreso hospitalario de los pacientes con EII enterocócica fue del 32,9%, de los pacientes con EII por estreptococos del grupo viridans (EGV) fue del 9,3% y de los pacientes con S. aureus fue del 48,6% (enterococo frente a EGV: p<0,0001; enterococo frente a S. aureus: p=0,02). Los pacientes con EII enterocócica tratados con la combinación de una penicilina o vancomicina asociada a un aminoglucósido (n=60) y aquellos pacientes tratados con ampicilina más ceftriaxona (n=6) tuvieron una mortalidad similar durante el ingreso (el 26,7 frente al 33,3%; p=0,66). La resistencia de alto valor a gentamicina se detectó en 5 de 38 episodios de EII enterocócica (13,1%).
Conclusiones La EII enterocócica aparece en pacientes con unas características clínicas bien definidas y produce pocas manifestaciones cutáneas o vasculares periféricas y pocos fenómenos inmunológicos. Su tasa de recidivas es más alta que la de la EII no enterocócica. Aunque la mortalidad de la EII enterocócica es inferior a la de la EII por S. aureus, esta mortalidad es muy superior a la de la EII por EGV. La mortalidad de los pacientes con EII enterocócica tratados con ampicilina más ceftriaxona fue similar a la de los pacientes tratados con la combinación de una penicilina o vancomicina más un aminoglucósido. La resistencia de alto nivel a gentamicina es aún poco frecuente en los enterococos que causan EII
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados