A partir de la denuncia de un vecino de la ciudad sobre la apropiación ilícita de terrenos de la municipalidad ubicados en las márgenes del río Rímac, se inició un proceso de saneamiento legal entre 1875 y 1891. En 1876, la Compañía de Fomento del Perú, de propiedad de Enrique Meiggs, se adjudicó varios terrenos que ocupaban la antigua muralla de Lima, desde Martinete hasta la plaza del Cercado, correspondientes a la Sección 3. El hecho generó actividad inmobiliaria e interés por comprar terrenos en la zona y, a pesar de la interrupción por la Guerra del Pacífico, la actividad continuó. En 1890, el interés de la Empresa de Ferrocarriles por estos terrenos propició que las obras de renovación urbana continuaran su proceso de mejoramiento con el apoyo de la empresa privada, a cambio de que la municipalidad diera en cesión de usos algunos de sus terrenos ubicados en la margen izquierda del río Rímac. Este estudio analiza la propuesta del ingeniero Felipe Arancivia para la canalización del río Rímac y su posterior urbanización en el trayecto entre el puente Balta y el puente de Piedra, en medio de un contexto de renovación urbana y actividad inmobiliaria.
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