El autor, un importante y veterano ejecutivo que trabajó en dos gigantes de los fondos mutuos, también se ha desempeñado como abogado, funcionario de gobierno, profesor universitario de derecho y de gestión, a veces en forma simultánea. A lo largo de los años, ha ideado una serie de principios y prácticas para maximizar su productividad personal sin sacrificar su salud ni su vida familiar. En este artículo, presenta seis de ellos.
Conozca su ventaja comparativa. No se enfoque en lo que usted hace mejor, sino en lo que su organización necesita de usted y no invierta demasiado tiempo en detalles operacionales.
Lo importante no es cuántas horas trabaja sino qué resultados obtiene. La mayoría de los ejecutivos invierte una cantidad inmensa de tiempo en sus trabajos, suponiendo que mientras más horas trabaje, mayor será el valor agregado. Eso es demasiado simplista.
Piense primero, escriba o lea después. Identifique con anticipación cuál es su argumento; luego, escriba sus cuatro o cinco puntos clave y el párrafo de conclusión.
Prepare su plan, pero esté dispuesto a modificarlo. Llegue temprano al evento donde será orador con el fin de captar el ánimo de su audiencia y adecuar su discurso a ese escenario.
Deje que los demás sean dueños de sus espacios. En lugar de asignar tareas detalladas, presente prioridades generales y permita que sus subordinados directos decidan cómo implementarlas.
Mantenga las cosas breves y simples. Tener una rutina de alimentación, siestas y hábitos de viajes pueden ahorrarle tiempo, esfuerzos y consecuencias nocivas para su salud.
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