Los dolores musculoesqueléticos son un motivo de consulta frecuente en Pediatría. En la mayoría de las ocasiones se trata de síntomas inespecíficos sin relación con enfermedades graves, aunque pueden representar el síntoma inicial de procesos que requieran una atención inmediata como son infecciones, neoplasias o urgencias ortopédicas.
Presentamos un niño diagnosticado de linfoma Burkitt cuyo único síntoma de presentación fue una cojera. Se trata del primer caso descrito en la literatura con este debut.
Este caso clínico ilustra la importancia de incluir en el diagnóstico diferencial del dolor musculoesquelético de evolución atípica a las neoplasias, dado que un diagnóstico precoz puede mejorar significativamente su pronóstico.
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