Existe un desfase entre el discurso de seguridad europeo y la furia de los cambios a las puertas de Europa. La seguridad tendrá que evolucionar hacia un sistema más abierto y socializado, fomentando relaciones cooperativas regionales y subregionales.
En su autobiografía póstuma, El mundo de ayer, Stefan Zweig recuerda una Europa que vivía en una �edad de oro de la seguridad�, las catástrofes del exterior no atravesaban las paredes bien revestidas de una vida �asegurada�. Era tal el grado de ensoñación, que los europeos no oían el ruido del mundo derrumbándose bajo sus pies. Las revoluciones en el mundo árabe, a las fronteras del continente europeo, no dejan de evocar una situación vivida una y otra vez, la última de ellas en los Balcanes...
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